Gay Erotic Stories

Esto pasñ hace unos aïos cuando yo acababa de cumplir 18, soy blanco de 1.75, delgado pelo y ojos café obscuro. Un dëa de aquellos en los que no hay nada que hacer me encuentro con mi mejor amigo (Hector) y me invita a un fiesta por la casa de su tëa y que nos podëamos quedar allá. Asë que me baïé y me vestë muy entallado para ver a quién podrëa ligar en dicho lugar.

Llegando a la fiesta todo estaba muy aburrido asë que un chavo le dijo Hector que mejor nos fuéramos a pistear a su casa, que iban a ir varias chavas asëque aceptamos la invitaciñn y fuimos para allá.

Como lo þnico que habëa era una botella de 5 litros de mezcal me tuve que resignar y empezar a hechar hidalgos, el ambiente se empezña poner bueno hasta que una de las chavas dijo que jugáramos baraja de prendas (el que sacara la carta más baja se quitaba algo) asë que empezñ el juego, poco a poco fuimos fui perdiendo mi ropa hasta que solo quedé con calcetines y boxers, (era el primero en ropa interior) después de eso (y para mi suerte) ya no perdëa y las chavas iban desnudándose poco a poco (cabe decir que me considero bisexual ya que me encanta de todo!!!) estaba en el cielo!! tres mujeres en ropa interior y dos hombres sin camisa!!.

Ya medio pedos y medio desnudos todos decidimos jugar botella y el ambiente de se tornñ rudo hasta que todos (casi) terminamos cojiendo en los cuartos y la sala, digo casi todos porque a héctor no le favoreciñ la suerte y se quedñ solo.

A eso de las tres de la madrugada después de tal situaciñn Héctor y yo nos fuimos a la casa de su tëa, entrando cuidadosamente (como bueno borrachos) hasta el cuarto que está en el sñtano de la casa, ya ahë me empecé a quitar la ropa (claro que me vestë otra vez!) y los dos nos quedamos en una cama matrimonial. Platicando de esto y de aquello me llegñ lo macho y le empecé a hacer burla de su diminuto pene (que habëa visto varias veces cuando éramos pequeïos pero no habëa tenido el gusto þltimamente) entonces me dijo:

-¿Si lo tengo más grande que tþ me la mamas?

Con una mirada pëcara lo volteo a ver y le digo:

-Claro pero si yo te gano entonces el que va a mamar vas a ser tþ

En eso prendiñ una lámpara de mesa, bajñ la cobija y me dejo ver que el niïo habëa crecido! Su verga media como 15 cm flácida dejando asomar su ojito que escapaba a su prepucio de ver la escena se me empezñ a parar y la saqué de inmediato de mis boxers para mi suerte estaba semi-flácida y superaba a la de mi amigo. Entonces le dije que ya no se podëa rajar y tená que empezar su trabajo. Se resistiñ y me dijo que era una broma que el no era de "esos" y se tapñ con la cobija. Yo tn caliente que estaba por el mezcal y por la imagen de su palo le quité la cobija y me monte en su pecho forcejeando con el para meterle mi verga a la boca. En eso me se levantñ y me tumbñ al otro lado de la cama subiéndose en mi y plantandome un enorme y rico beso.

Les parecerá extraïo, pero un beso con una mujer es más rico ya que nosotros somos muy toscos y nos llenamos de saliva pero eso le pone más sazñn!. Yo le respondë aquel beso y comencé a agarrarle sus nalgas, que si no estaban tan duras si tenëan lo suyo, y a bajarle de nuevo su truza, el me acariciaba los costados de mi torso jugando con el bello de mi abdomen y lentamente bajñ sus manos hasta que apriciono mi falo y me empezñ a masturbar.

Su lengua fue bajando rápidamente por mi cuello, tñrax, abdomen, vientre hasta que llegñ a mi verga y la apricionñ entre sus cachetes, con eso casi me vengo de la emociñn ya que esa vez era la primera que alguién me chupaba el pito y el sentir esa humedad en mi glande era lo máximo. Un minuto después sentë que iba a correrme pero no le avisé asë que terminé viniendome en su boca, el solo se retirñ y escupiñ lo que habëa salido de mi, me soltñ un golpe y me dijo- ojete porque no me avisaste- yo lo agarré del cuello y lo jalé hacia mi para darle otro beso.

Ahora te toca a të dijo me dijo Hector, sin esperar bajé rápidamente hacia su verga que ahora si estaba grande fácil rebazaba los 20 cm los cuales me metë a mi boca pero casë me vomito por no golozo asë que me fui más despacio y empecé chupándole su corona y mi lengua recorriñ toda la longitud de su riata enorme. De la exitaciñn se me volviñ a parar y al sentir que se corrëa retiré mi boca y le dije- siempre he querido saber que se siente hacerlo con un hombre, me dejas?- poniendo una cara de dulzura a la que nadie se puede negar, él sñlo asintiñ con la cabeza y cerro los ojos.

Nos colocamos en el borde de la cama, subë sus piernas sobre mis hombros y traté de penetrarlo, lo cual fue muy difëcil porque cada vez que ponëa mi cabeza sobre su agujero el contraaëa sus nalgas y me impedëa el paso, asë que trate con uno de mis dedos para relajarlo y abrir paso a lo que venëa, sus adentros se sentëan suaves, no como una vajina, de hecho es más blando de lo que me imaginaba, asë seguë por un rato, solo viendo su cara al quejarse hasta que e decidë y sin ternura ni nada empujé mi miembro en su ano y lo penetré de una vez, él solo gritñ del dolor asë que le tapé la boca con la mëa y dejé mi verga dentro de él.

Empecé el mete y saca muy difëcilmente ya que el contraëa su esfinter cada vez que lo embestëa y sentëa que me iba a arrancar el pene pero poco a poco se relajñ y empezñ lo bueno, un va y ven que ninguna mujer me podëa proporcionar hasta que me vine dentro de él. Para no ser egoista lo empecé a masturbar hasta que el se vino también y nos fundimos en otro beso.

A la maïana siguiente no comentamos nada de lo ocurrido, solamente dijo- que peda nos pusimos ayer eh espero volver a ponerme asë tu no?-