Gay Erotic Stories

Hola, mi nombre es Carlos, tengo 21 años y quiero platicarles lo que me sucedió hace apenas unos meses. Soy estudiante foráneo en una importante universidad privada. En Febrero me asignaron para hacer un proyecto para este semestre con un compañero al que no conozco muy bien, que también es foráneo y que se llama Rodrigo. El es un chico bastante atractivo, alto, cabello obscuro y de ojos entre azules y grises. Se ve que tiene muy buen cuerpo y que está bastante fuerte por el ejercicio que hace. Ese día me puse de acuerdo con el para vernos en una cafetería después de clases y así poder ver como empezar nuestro proyecto. En la cafetería empezamos a trabajar y necesitamos un libro que Rodrigo dijo tenía en su dormitorio, fuimos a seguir allá y al entrar me empecé a excitar por estar solo con el en su recámara, el estaba sentado en una silla y yo en su cama. Estuvimos leyendo y hablando por varias horas hasta que decidimos tomar un descanso, salimos a comprar un refresco y al regresar el me comentó que notaba que estaba excitado, que si me gustaban los hombres, yo no supe que contestarle y el me dijo que el no era homosexual pero que estaba dispuesto a dejarme que le mamara la verga. Yo dije que no quería pero a el no le importó, abrió su pantalón, bajó su boxer y sacó su verga deteniéndola con una mano, con la otra mano me tomó por la cabeza y me forzó a bajar hasta que pegó mi cara a su verga, yo abrí mi boca y lo dejé entrar. Poco a poco empecé a saborearla y a jugar con ella en mi boca, el cada vez se excitaba más y se le empezó a endurecer el pito. Ya muy duro tomó mi cabeza con las dos manos y me recargó contra la pared empezando a moverse como si me estuviera cogiendo por la boca, cada vez más fuerte y más rápido hasta que sentí como se puso tenso todo su cuerpo, metió la verga hasta el fondo y soltó varios chorros de semen caliente en mi boca. Inmediatamente sacó el palo de mi y se sentó en su cama, yo no supe que hacer así que me tragué su esperma y me quedé sentado en el piso. Pensé en levantarme para lavarme pero se levantó el primero, me bajó los pantalones y me acostó en su cama boca abajo y me dijo que me iba a cojer. Yo estaba excitadísimo pero nunca había sido penetrado, por un lado quería que lo hiciera pero por el otro me daba miedo. Le dije que mejor otro día pero no me hizo caso, me abrió las piernas, puso saliva en su verga aunque esta estaba llena de semen y me puso la punta en el ano, sin preámbulos presionó suavemente hasta que logró meter la punta en mi culo, después fue metiendo el resto muy suavemente hasta que llegó hasta el fondo. Yo quería gritar por el dolor pero al mismo tiempo sentía muy rico, la dejó hasta el fondo un rato y luego la empezó a sacar despacito para volverla a meter cada vez más rápido. Me empezó a culear muy rico y muy pronto lo estaba haciendo fuerte, yo sentía el culo muy abierto pero ya no me dolía mucho, ahora estaba en éxtasis por tener a Rodrigo adentro de mi, me excitaba sentir su peso sobre mi espalada, me decía al oído que era un puto, que había dejado que me cojiera aunque le había dicho que no. Me decía que me iba a coger cada que el quisiera y que como su puto yo iba a complacerlo siempre. Finalmente empezó a ponerese tenso nuevamente, y me dijo que me iba a volver a dar sus mecos, yo pude sentir como salían calientes y me inundaban por dentro. Al final Rodrigo me dio un pequeño beso en el cuello y me dijo que era suficiente por esa noche. Me dijo que le gustaba coger por las mañanas así que tenía que ir a la mañana siguiente a su dormitorio. Por supuesto que fui y me volvió a culear duro y me chorreó su semen en la cara. Ahora ya entregamos nuestro proyecto y no trabajamos juntos, pero cuando quiere cojerme me llama a mi celular y voy para que me de verga. Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet